El perro de Daniel
Era una trade de pleno verano de Agosto, en un pueblo tranquilo, alejado de la gran ciudad, en una casa muy humilde vivía una familia.
En aquella casa vivía una pareja que tenía un hijo de 12 años llamado Daniel. Aquella tarde de calor a Daniel le estaban preparando su tan ansiada fiesta de cumpleaños, mientras él estaba en el colegio Juan su padre estaba supernervios con ganas de que su hijo llegara a casa y habriese todos los regalos que le habían comprado, pero en especial había uno que su madre María le había comprado,que sin duda iba a alegrar mucho al pequeño Daniel.
De repente en la calle se escuchó que un autobús llegaba y dejaba a un niño que corriendo se dirigía a la puerta de su casa sin saber lo que le esperaba. Cuando entró por la puerta sus ojos y su cara de felicidad reflejaba lo feliz que estaba.Daniel se dirigió hacia lo más importante de todo para él, que era la montaña de regalos y se volvió loco abriendo. Después de abrir unos regalos llegó a uno con unos agujeros, ya se imaginaba lo que era y sus nervios lo demostraban y más aún cuando unos ladridos sonaron procedentes de aquella caja, abrió la caja y salto a sus brazos una pequeña perrita blanca y con mucho pelo. Daniel rápidamente empezó a jugar con ella, pero cuando se paró a pensar, no le había puesto nombre a su pequeñito regalo. Su padre Juan que vio con duda a su hijo le dijo que no tendría prisa y pensara tranquilo el nombre de la pequeña, pero Daniel no sabía.
Al día siguiente cuando Daniel se despertó fue corriendo al garaje a ver a su perrita, pero ella no estaba en su camita y Daniel gritando fue a buscar a sus padres que rápidamente se pusieron a buscarla, pero sin suerte volvieron a casa sin ella. Pero de repente alguien llamó a la puerta, era una señorita y en sus brazos tenía a la pequeñita dando una alegría enorme a Daniel.
Así que esa noche antes de irse a la cama Daniel cuando iba a apagar la luz le dijo al padre, papá ya se como llamar a mi mascota, la llamaré Luna como la señorita que nos a traído a mi perrita.
Así que Daniel y Luna fueron felices por mucho tiempo.
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